Hace 120 años, en 1896, se estrenaba Le manoir du diable, un cortometraje de apenas cuatro minutos de duración, que está considerado como la primera película de terror de todos los tiempos, y que fue dirigido por Georges Méliès, uno de los padres del arte cinematográfico.

El filme cuenta como dos caballeros llegan a un castillo que está habitado por Mefistófeles, quien aparece y desaparece ante los visitantes, además de convertirse en murciélago. También aparecen los tradicionales fantasmas cubiertos con sábanas. La cinta puede parecer ingenua vista con los ojos actuales, cuando ya hemos contemplado horrores de todo tipo en las pantallas cinematográficas, pero en su momento causaba auténtico pavor.

La película contaba con unos rudimentarios efectos especiales que Méliès descubrió de forma totalmente casual cuando se le atascó la cámara con la que realizaba una filmación callejera. El cineasta observó que, gracias a aquel incidente, daba la sensación de que los objetos aparecían y desaparecían por arte de magia, así que decidió usar ese truco en esta película.

Os animamos a que veáis la cinta. Por su valor histórico, y porque resulta realmente entrañable y deliciosa.

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Redacción QUO