Seguro que has oído hablar de Banksy, el prolífico artista británico anónimo que saltó a la fama por inundar las calles de geniales obras que implican una crítica en profundidad de la sociedad en que vivimos: política, moralidad y cultura pop. Su peculiar street art combina escritura con graffiti con el uso de estarcidos con plantilla y, a pesar de que no firma sus trabajos, su estilo es fácilmente reconocible. Esto, unido a la intriga y el misterio que ha generado al mantener su identidad oculta, ha sido un caldo de cultivo para que el trabajo del artista sea conocido en todo el mundo.

[image id=»78280″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

¿Quién se esconde tras el seudónimo de Banksy?

Si odias los spoilers, es el mejor momento de dejar de leer este artículo. Si te gusta mucho su trabajo plantéate algo, ¿realmente quieres saber quién es? El propósito del artista británico ha sido siempre compartir su forma de ver el mundo con aquellos que quieran ver y reflexionar sobre lo que muestra a golpe de spray. Todo ello, sin dar importancia a su identidad real pues, para él, lo más importante es el mensaje. Como artista, posiblemente considere que dar a conocer su nombre solo generará un ruido innecesario. Al fin y al cabo, fue él quien decidió libremente que esa sería su condición para compartir su arte con nosotros ¿por qué no respetarlo? A mi no me ha quedado más remedio, pero tú todavía estás a tiempo ¿por qué no seguir manteniendo el ambiente romántico que creó el artista?

[image id=»78281″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

De artista a «pequeño terrorista»

Si has decidido continuar, al menos ya sabes los riesgos que existen de que la magia se rompa. Un grupo de científicos de la Universidad Queen Mary de Londres ha utilizado una compleja herramienta de perfil geográfico para descubrir la identidad real de Banksy. Algo que no ha hecho ninguna gracia al grafitero y mucho menos a sus abogados. ¿Por qué? Además de lo obvio, el enfado monumental de los letrados viene porque esta herramienta se utiliza habitualmente para dar con el paradero de criminales y terroristas. Haciendo un análisis exhaustivo de los lugares donde actúa, se puede llegar a definir su lugar de residencia. Los abogados, que tuvieron que aguantar leer palabras en el informe de los investigadores tales como «actos de terrorismo menor» refiriéndose a su cliente, hicieron saber a los científicos que torpedearían su investigación. De ahí que esta haya tardado un poco más en hacerse pública.

[image id=»78282″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

Su auténtica identidad

Para dar con él, los científicos focalizaron su atención en 140 obras de Banksy pintadas en Bristol y en Londres. Con este dato, establecieron los «puntos calientes», es decir, los sitios que solía frecuentar el artista británico. Tras examinar exhaustivamente los resultados, los investigadores concluyeron que un bar, un domicilio en Bristol y tres en Londres eran los más frecuentados por el grafitero. El siguiente paso entonces era conseguir un nombre. Y lo consiguieron: Robin Gunningham.

No es la primera vez que este nombre se vincula a Banksy. En 2008, una investigación periodística reveló que esa podría ser su verdadera identidad. También le han sido atribuidos otros nombres e incluso existen rumores de que el nombre podría ser de un colectivo y no de un solo artista. Pero ahora, según los científicos británicos, no existe ninguna duda de que Banksy es Robin Gunningham.

Según explicó Steve Le Comber, coautor del estudio, a BBC: “me sorprendería mucho que no fuese Gunningham, incluso sin nuestro análisis, pero es interesante que el trabajo realizado puede ofrecer un apoyo adicional para su identificación. Lo que pensaba que iba a hacer el estudio es arrojar diez posibles sospechosos, evaluarlos y después no ofrecer ningún nombre en concreto. Pero rápidamente se hizo evidente que sólo hay un sospechoso y todos sabemos quién es”.

Una afirmación algo arrogante si tenemos en cuenta que no existe un 100% de seguridad de que sus conclusiones estén en lo cierto. Hay que tener en cuenta que existen multitud de personas que intentan imitar el estilo del codiciado artista el cual, además, nunca firma sus obras. ¿Y si de las 140 obras que eligieron había alguna que no era suya?

[image id=»78284″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

Fuente: bbc.com

Redacción QUO