Un abrir y cerrar de ojos. Esto es lo que tarda un airbag en desplegarse en caso de impacto. Concretamente, 2 centésimas de segundo. Y lo hace a una velocidad que pondría al director general de Tráfico, Pere Navarro, al borde de los nervios: 300 km/h. Eso sí que es un punto.

Redacción QUO