Durante décadas, las novelas de Agatha Christie han sido consideradas una de las cumbres de la literatura de misterio. Algunas de sus novelas, especialmente, Diez negritos y Asesinato en el Orient Express, son tan retorcidas que resulta casi imposible averiguar de forma anticipada quien (o quienes) son los asesinos. Pero, lo dicho, en algunas. Porque en el resto si que es posible. Y más desde que un investigador de la Universidad de Queens, el profesor Dominique Jeannerod ha descubierto la llamada «fórmula Christie», consistente en una serie de claves que correctamente interpretadas, ayudan a descubrir la identidad del asesino.

Por ejemplo, según el profesor Jeannerod, si aparecen varios coches u otros vehículos de tierra en la trama, lo más probable es que el asesino sea una mujer. Por el contrario, si aparecen motoras u otros vehículos acuáticos, el culpable será un varón. Igualmente, si la trama sucede en una casa de campo, hay un 75% de probabildiades de que el criminal sea del sexo femenino. Mientras, que si la muerte es por asfixia, casi seguro, que el asesino será un hombre.

Igualmente, el investigador asegura que en los relatos protagonizados por Hércules Poirot el personaje que finalmente resultará ser el asesino, suele aparecer en las primeras páginas, mientras que en las protagonizadas por Miss Marple, no aparece hasta casi la mitad del relato.

La verdad es que, como el profesor Dominique Jeannerod tenga razón, las novelas de Agatha Christie van a perder toda su gracia leídas de esa manera. ¿No les parece?

Redacción QUO