La ciudad belga de Lovaina fue el escenario donde se celebró la final del popular juego de palabras scrabble, en francés. La paradoja del asunto es que el ganador no habla ni una sola palabra de dicho idioma. Se trata de un neozelandés llamado Nigel Richards, cuya lengua materna es el inglés.

Richards está considerado uno de los mejores jugadores de scrabble del mundo. Pero, ¿cómo logró vencer a sus rivales francoparlantes? Pues estudiandose de golpe las más de doscientas mil palabras franceses que conforman el diccionario de este juego. Por supuesto, sin conocer su significado. Richards necesitó nueve semanas para completar tan titánica tarea.

Este es el tercer campeonato de scrabble que gana el extravagante neozelandés, que en años anteriores triunfó en las ediciones de Inglaterra yEestados Unidos.

Redacción QUO