El historiador británico Julian Spalding acaba de postular una nueva hipótesis acerca de la función del yacimiento megalítico de Stonehenge. Según el investigador, el complejo tenía un significado ritual, y es probable que los monolitos de piedra sirvieran para sostener una gigantesca mesa de madera sobre la que se realizarían sacrificios y ofrendas en honor al Sol.

«En esa época y en todas las civilizaciones que conocemos, de China a Perú, pasando por Turquía, todos los monumentos sagrados eran alzados y en diseños circulares, posiblemente para imitar los movimientos de los cuerpos celestes», asegura Spalding. «Así que el caso de Stonehenge pudo ser similar».

Pero esta hipótesis ha sido recibida con cierto excepticismo por parte de la comunidad científica. Los expertos afirman que no se han encontrado restos materiales en la zona que permitan suponer que los dólmenes sostuvieron alguna vez una plataforma.

Redacción QUO