El ruso Yuri Gagarin fue el primer hombre que viajó al espacio. La noche antes del vuelo se relajó viendo la película Sol blanco del desierto, y el vehículo que le transportaba a la rampa de lanzamiento del cohete tuvo que detenerse porque le entraron ganas de orinar. Desde entonces, los astronautas rusos realizan minuciosamente las mismas acciones que el pionero Gagarin, como si fuera un ritual. Ven la misma película que vio él, y también orinan en las ruedas del vehículo de transporte.

Redacción QUO