Creer en las pseudociencias al parecer no es inocuo, tal y como ha demostrado una investigación realizada por la Universidad de Nueva Gales y cuyos resultados se han publicado en la revista British Journal of Psychology. Este estudio podría explicar por qué hay personas que, en favor de terapias pseudocientíficas, rechazan la medicina convencional, lo que puede provocar consecuencias fatales.

Tal y como explican los autores del estudio: «A veces las personas desarrollamos falsas creencias acerca de cómo los sucesos que ocurren a nuestro alrededor se relacionan causalmente. Llamamos a esto ilusión causal. Un ejemplo de este tipo de ilusiones es la llamada Ilusión de control, fenómeno que describe la tendencia generalizada a atribuir a nuestras propias habilidades la ocurrencia de eventos favorables, que en realidad son del todo incontrolables».

Esto podría explicar por qué algunas personas renuncian a los tratamientos cuya efectividad se ha comprobado científicamente en pro de tratamientos pseudocientíficos poco o nada eficaces. Lo que les sucede a estas personas, según los investigadores, es que desarrollan la creencia ilusio de que una terapia alternativa sin eficacia alguna puede realmente curar al enfermo. Y esa creencia ilusa bloquea la capacidad de nuestra mente para valorar otras soluciones, provocando que el paciente abandone el tratamiento médico.

Redacción QUO