Que si no es lo que parece. Que si te lo puedo explicar… Menos mal que en momentos espinosos puede salir la ciencia en nuestro descargo con razones de peso, porque los investigadores han indagado entre las sábanas de los infieles y creen saberlo todo. O casi.

El día en que somos más infieles es el miércoles, y las horas de la tarde son las preferidas para los deslices. En entrevista, solo un 1% reconoce tener aventuras; en cuestionarios anónimos, el porcentaje sube al 6%

El psicólogo Antoni Bolinches, autor de Amor al segundo intento, brinda una definición elemental de infidelidad: “Es una relación con una tercera persona sin el consentimiento de la pareja”. Pero si se le pregunta a un hombre, considerará haber sido engañado solo si se consuma el acto. La mujer, en cambio, incluirá también cualquier desliz emocional, y lo considerará hasta más grave, puesto que trunca la confianza y otros valores que sostienen la relación.

Traidores sin remedio

¿Y qué es lo que nos empuja a ella? El asunto es peliagudo. Muchos estudios zanjan la cuestión hablando del macho como auténtico predador sexual por imperativo biológico, al tiempo que justifican la infidelidad femenina en su necesidad emocional. “Aunque el argumento ha quedado anacrónico”, explica Bolinches, “la gran cantidad de células sexuales masculinas lleva a una necesidad de copular con muchas hembras como pretexto para perpetuar la especie. Esa necesidad instintiva de placer explicaría también sus deseos de variedad”.

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También resulta socorrida la excusa genética. Investigadores del Instituto Karolinska (Estocolmo) apuntaron a ella al descubrir una variante del gen 334, regulador de la vasopresina, una hormona decisiva en la conducta sexual. Los hombres con doble copia de tal gen mostrarían un comportamiento más propenso al desliz. Esta variante del gen 334 afectaría a dos de cada cinco hombres.

El psicólogo Justin García, de la Universidad de Nueva York, también ha descubierto que algunas personas poseen una variante del gen DRD4, encargado de recibir la dopamina, que las haría más proclives a la infidelidad. La mitad de los participantes en esta investigación, de uno y otro sexo, que mostraron la variante 7R+ del gen DRD4 en su ADN habían sido infieles. Y es que el sexo sin compromiso garantiza una descarga de dopamina, por la gratificación que recibe el cerebro.

La tentación crece con la edad

Pero las razones genéticas no convencen al doctor Juan Carlos Ruiz de la Roja, director del Instituto Urológico Madrileño, quien insiste en que son factores socioculturales los que resuelven si se consuman o no este tipo de relaciones.
Y es que las nuevas tecnologías han añadido una causa más: la soledad del smartphone. En una encuesta realizada por Victoria Milan, un portal de relaciones extramaritales, el 45% de sus usuarios citó como motivo de sus escarceos que su pareja le desatiende a causa de sus móviles o tabletas. Las estadísticas dicen que la primera infidelidad aparece al cabo de cuatro años de vida en común bajo el pretexto de la falta de pasión.
La segunda etapa de riesgo coincide, según Ruiz de la Roja, con el síndrome del nido vacío. De hecho, hay una curva creciente de infidelidad en las personas maduras. La Universidad de Washington encontró que desde 1991 los deslices masculinos en mayores de 60 había subido del 20 al 28%, y los femeninos del 5% al 15%.

Y después de una infidelidad, ¿qué? “El efecto más fulminante”, responde Bolinches, “es la pérdida de la confianza; y sin ella es difícil que la relación sobreviva”.

Quién no se ha preguntado alguna vez…

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… Existe cura para la infidelidad?
Científicos de la Universidad de Bonn lo han intentado con un aerosol que contiene oxitocina, la llamada hormona del amor, que favorece el apego.

… Cuánto dura una relación extramarital?
Normalmente, entre uno y tres años. Aunque, como dice Walter Riso, hay relaciones que se mantienen en el tiempo y se vuelven permanentes. Son las más dañinas.

… Se tolera mejor con alguien del mismo sexo?
Según una encuesta de la Universidad de Texas, los hombres perdonan más una infidelidad si ha sido con otra mujer. Con el sexo femenino sucede lo contrario.

… Qué ocurre en el mundo animal?
La promiscuidad y la traición abundan en el reino animal, donde machos y hembras tratan así de aumentar sus posibilidades de reproducción.

Ellas

  • A la mujer le duele más la traición emocional
  • El 68% considera engaño el flirteo mediante sms
  • También lo es un beso apasionado con otro, según el 90%
  • Tienen un promedio de 1,4 aventuras por año
  • La mujer no se deja descubrir fácilmente en una infidelidad
  • El 38% de las casadas lo hace para volver a sentirse deseadas
  • El 21% para compensar la ausencia de sexo conyugal

Ellos

  • El hombre soporta peor el engaño sexual
  • Casi la mitad resta importancia al flirteo virtual
  • Para el 75%, un beso con pasión con otra persona es infidelidad
  • Tienen una media de 2,3 relaciones infieles al año
  • El hombre deja un reguero de pistas
  • El 41% de los hombres lo hace para satisfacer su deseo sexual
  • El 18% para salir de la rutina y el 10% por venganza

Redacción QUO