PETA, la asociación de Personas por la Ética en el Trato de los Animales, ha levantado un gran revuelo en EEUU al enviar una carta a la multinacional Ben & Jerry (el Häagen-Dazs yanqui) para que recolecte la leche necesaria para fabricar sus helados en las secciones materno infantiles de los hospitales y no en las vaquerías.
Según el comunicado de PETA esta medida, además de aliviar la sobre explotación de los animales, tendrá como resultado un producto mucho más beneficioso para la salud sus clientes. Según los medios estadounidenses, esta idea ha tenido una fría acogida por parte, tanto de la empresa heladera, como de La Liga Internacional de la Leche Materna. Y no digamos, por parte de los dueños de las vacas de Vermont, que son el mayor proveedor de leche de Ben & Jerry.
Aunque pueda parecer algo surrealista, parece ser que la empresa española Puleva, ya ha creado productos lácteos derivados de leche materna a los que , investigaciones realizadas junto con la Universidad Complutense, habían encontrado efectos beneficiosos como una mejora de la flora intestinal y un aumento de las defensas. Se trata de una línea denominada Hereditum maternis, que le ha valido premios internacionales a la investigación en nutrición.

Redacción QUO