Lo formaban tres brillantes homosexuales, Anthony Blunt (1), George McLeod (2) y Peter Burgess (3), comandados por un cínico espía llamado Kim Philby (4).

Entre los secretos que vendieron a los rusos estaban los documentos que permitieron a Stalin fabricar la bomba atómica. Cuando fueron descubiertos, a finales de la década de 1950, desertaron a la URSS. Al principio fueron recibidos como héroes; pero los tres primeros, por su condición de gays, acabaron cayendo en desgracia ante las Autoridades soviéticas y fueron deportados a Gran Bretaña.

Redacción QUO