En la localidad de Los Cabos, en el estado mexicano de la Baja California, han construido una capilla en honor de Jesús Malverde, considerado el santo patrón de los narcos y los delincuentes.

Malverde fue un legendario bandolero del que, cuentan, se comportaba como una especie de Robin Hood, que robaba a los ricos para repartir luego su botín entre los pobres, y que fue ahorcado en 1909.

Aunque este culto no esta reconocido oficialmente por la Iglesia Católica, los fieles del santo-forajido le han compuesto su propia oración: «Hoy, ante tu cruz postrado, oh Malverde, te pido misericordia y que alivies mi dolor».

Vicente Fernández López