Imagina que se te cae una moneda al suelo y, cuando vas a agacharte a recogerla, tus rodillas se tambalean y el movimiento brusco de inclinarte te provoca un leve mareo. Además, al intentar agarrar el dinero, tus dedos no te responden, parecen entumecidos. Estas son algunas de las cosas que experimentan quienes se enfundan el Age Man Suit, un traje integral con casco, al más puro estilo astronauta, dotado de sensores que simulan y amplifican lo que sienten las personas mayores. El casco merma la audición y la visera de color anaranjado simula la visión distorsionada por las cataratas. Además, el traje endurece la movilidad en las articulaciones y los guantes la de las manos.

Lo han desarrollado investigadores del Meyer-Hentschel Institut alemán con la colaboración del Centro Geriátrico Evangélico de Berlín; en principio, para que los médicos puedan ponerse en la piel de sus pacientes más mayores. Quienes lo han probado describen la experiencia como claustrofóbica, porque han descubierto que muchos mayores se sienten impotentes al no poder hacer todo aquello que desearían por las limitaciones que les impone su cuerpo. Ojalá inventaran un traje con el efecto contrario ¿verdad?

Redacción QUO