La ¡Oops!, o mejor dicho, ¡Ough! Chair es una silla inventada por Homer Simpson en un episodio en el que pretende convertirse en el nuevo Thomas Edison. Homer, como muchos hemos hecho alguna vez, se balanceaba en la silla en la que se sentaba a pensar nuevos inventos revolucionarios que lo lanzaran a la fama. Pero, como todos sabemos, una de las cualidades de este personaje es la torpeza. Así que, siempre que se balanceaba, perdía el equilibrio cayendo de espaldas y dándose un golpe en su dura cabeza.

Para evitar estas caídas, Homer le pegó unas patas extra con bisagras a la silla. De esta forma, cuando esta cae hacia atrás, las patas se abren por la gravedad hasta que tocan el suelo y evitan la caída. Una idea brillante, de no ser porque finalmente se da cuenta de que esta idea la ha copiado de un póster donde Edison está sentado en una silla con este mismo sistema.

Redacción QUO