Solo después se decidió a comercializar el modelo DC01 bajo su nombre. El ya conocido inventor británico tardó 15 años en perfeccionar su invento. Fueron tiempos difíciles para él y su mujer, que veían cómo el dinero iba desapareciendo y que Dyson no terminaba de dar con el modelo definitivo.

Como él mismo explica, mucha gente se rinde cuando las cosas se ponen difíciles, pero ese es el punto en que se debe apretar un poco más para llegar al final. Pasando momentos en que con su mujer contaban las monedas para llegar a fin de mes o en los que se puso a dar clases de arte para conseguir algo de dinero extra, Dyson no renunció a su idea y terminó por dar con la solución. ¡Y vaya si lo consiguió! En menos de dos años, la aspiradora era número uno en ventas en Reino Unido, y Dyson salió de la bancarrota.
Hoy en día, sus inventos son conocidos por todo el mundo e incluso existen unos premios con su nombre, con el objetivo de animar e inspirar a las nuevas generaciones de diseñadores industriales.

Redacción QUO