Los restos de 200 guerreros que se cree murieron en una violenta batalla hace 2.000 años han sido encontrados en el pantano danés de Aarhus, cuyas particulares condiciones de conservación han ralentizado los efectos de la descomposición facilitando con esto el análisis de los huesos. La campaña, que comenzó el pasado 2 de julio y que finaliza el próximo 24 de agosto, espera seguir en la misma línea, ya que según los responsables de la excavación, «posiblemente queden muchos más restos óseos en la zona».

Según los arqueólogos daneses que han encontrado esta fosa (conocida desde el 2009), los hallazgos de esta excavación podrían ofrecer datos sobre la prácticas militares de las antiguas tribus germánicas que vivían en los límites del imperio romano. La fecha a la que nos remiten los restos, se ubican en la época de máxima expansión del imperio romano en el limes norteño, por lo que se cree que este conflicto puede ser el resultado de las consecuencias que ocasionó al pueblo germánico la expansión de Roma.

Una muerte violenta

En el análisis de los restos óseos se han encontrado líneas transversales, lo que según los antropólogos forenses indican una muerte violenta. El problema es que en esta historia, nadie sabe quién es quién: ni las víctimas ni tampoco los verdugos. Los científicos están casi seguros de que «este sacrificio está relacionado con la guerra. Casi con toda seguridad los soldados derrotados eran ejecutados y arrojados al lago”.

La buena conservación de los restos ha permitido al equipo de investigación obtener ADN, 2 fémures y 6 dientes en muy buen estado, algo que no es muy habitual dado el tiempo transcurrido. A través del análisis de estos datos los investigadores podrán saber si los restos eran de ciudadanos locales o, por el contrario, del ejército enemigo.

Redacción QUO