Al igual que la mamá de la película de Carlos Saura, el FBI acaba de cumplir cien años. La famosa agencia policial fue fundada en 1908 y, desde entonces, se ha convertido en una de las protagonistas principales da la historia reciente de EE.UU.

A lo largo de este siglo de existencia, el FBI ha cosechado numerosos triunfos, pero también algunos sonoros fracasos. Entre sus éxitos figuran la caza y captura de delincuentes tan peligrosos como Bonnie and Clyde o John Dillinger, la persecución del Ku Klux Klan, de quitacolumnistas nazis durante la II Guerra Mundial, y de espías soviéticos durante la Guerra Fría. Entre sus fracasos, los más sonados, fueron el asalto al rancho de Waco, donde se habían atrincherado unos fanáticos religiosos (miembros de la secta de los davidianos) y que acabó en masacre, y su incapacidad para evitar los atentados del 11-S.

Inevitablemente, la historia del FBI también está ligada a otra figura oscura y siniestra, la de J. Edgar Hoover, que fue su director desde 1924 a 1972. Al contrario que la mayoría de los agentes del cuerpo, policías abnegados y entregados a su trabajo, Hoover fue un intrigante que utilizó su situación privilegiada para convertirse en una de las personas más poderosas de norteamérica. Dicen que ni los presidentes se atrevían a llevarle a contrariarle por temor a su archivo de dossieres secretos.

Vicente Fernández López