Los hijos de las estrellas de cine pueden heredar la fortuna y los contactos de sus padres, pero el aspecto atractivo no está garantizado.

Parece que la culpa sería de los genes que guían el apareamiento, los llamados «sexualmente antagonistas». Aunque no beneficien al éxito reproductivo de uno de los sexos, pueden dar al traste con las posibilidades reproductivas del otro.

Si los varones mejor adaptados transmiten sus genes a las hijas, o a la inversa, los retoños tendrán menos éxito en su búsqueda de pareja. Sorprendentemente, los hijos de padres considerados los más atractivos de cada sexo -el estudio se centró en moscas de la fruta, pero sí, hay moscas más atractivas que otras-, eran los peor adaptados.

Redacción QUO