Según informa The Sunday Times, el MI5 (el servicio secreto británico) está colaborando con Stonewall, la principal plataforma gay del Reino Unido para diseñar un protocolo que permita la contratación y el entrenamiento de homosexuales para convertirse en agentes secretos.

Hasta mediados de los años 90, la homosexualidad no es que estuviera explicitamente prohibida entre los aspirantes a ingresar en el servicio secreto, pero se consideraba un handicap. En la memoria de los responsables del espionaje británico pesaba aún el recuerdo de la historia de «el círculo de Cambridge», cuando el MI5 fichó a cuatro brillantes jóvenes gays que al final resultaron ser topos al servicio de los rusos.

Pero los tiempos han cambiado y tal y como afirma Jonathan Evans, el actual director del MI5: «Hay que dejar los projuicios fuera. Necesitamos agentes que conozcan y representen a todas las esferas de nuestra sociedad».

Vicente Fernández López