Lo relacionamos con el jazz, pero este instrumento nació en 1840 para formar parte de una orquesta. El fabricante de instrumentos belga, Adolphe Sax, estaba obsesionado con la idea de inventar un instrumento de viento que por su timbre se acercara a los instrumentos de cuerda, pero con más fuerza e intensidad que estos.

En 1841 lo tocó por primera vez en público en Bruselas, y tres años después Berlioz compuso la primera obra para el nuevo instrumento. Sin embargo, le costó hacerse un hueco en las orquestas de postín. La rivalidad con otros fabricantes, que veían en el saxofón un peligro, lo relegó durante décadas a las orquestas militares, la segunda división de la música.

Redacción QUO