En algún momento todos nos hemos enfrentado a la disyuntiva: devolvemos lo que hayamos o nos lo quedamos. Ya sea un juguete cuando somos pequeños, como una prenda o una mochila. Ahora, un nuevo estudio, pone perspectiva respecto a nuestra conducta en estas ocasiones. Según los resultados, publicados en Science, cuanto más dinero hay en una cartera perdida, más probabilidades hay de que sea devuelta a su propietario.

El estudio, liderado por Michel Maréchal, se llevó a cabo en 355 ciudades de 40 países. Allí, el equipo de Maréchal investigó qué causa que las personas devuelvan una billetera a su dueño. Con este fin, entregaron más de 17.000 carteras, aparentemente perdidas, en las recepciones de hoteles, bancos, museos, oficinas de correos o estaciones de policía.

Los autores examinaron cuatro factores que influyen en la decisión de devolver la billetera: el incentivo monetario para mantener el dinero, el esfuerzo involucrado en ponerse en contacto con el propietario, consideraciones altruistas sobre el bienestar del propietario y lo que se conoce como «coste psicológico de ser deshonesto». Este último se basa en el hecho de que guardar un objeto perdido a menudo se percibe como un robo, y quien lo ha encontrado debe adaptar su autoimagen a este hecho.

Las carteras contenían una tarjeta de visita, una lista de compras, una llave y una cantidad variable de dinero. La llave solo tenía valor para el propietario y, para medir las preocupaciones altruistas, los investigadores también entregaron algunas carteras sin llaves: ya que la llave podía afectar la decisión final, algo que ocurrió ya que la llave actuaba como un aliciente más a la hora de devolver la cartera.

En países como Suiza, Noruega, Holanda, Dinamarca y Suecia, entre el 70 y el 85% de las carteras se devolvieron a sus propietarios. Los suizos son los más honestos, mientras que los daneses, suecos y neozelandeses eran aún más honestos cuando las billeteras contenían sumas más grandes. En países como China, Perú, Kazajistán y Kenia, en promedio, solo entre el 8 y el 20% de las carteras se devolvieron a sus propietarios. Pero en casi todos los países aquellas carteras con grandes sumas de dinero tenían más probabilidades de ser devueltas.

Juan Scaliter