Ya en enero se prevé la partida de un nuevo lanzador europeo, Vega, diseñado para poner en órbita los satélites, cada vez más pequeños, que no merece la pena enviar con Ariane. En opinión de Miguel Belló, miembro de la Academia Internacional de Astronáutica, también se hablará de la conexión con las instalaciones de tierra de los primeros satélites Galileo para “poner en marcha la fase preliminar del sistema de navegación europeo”, que será complementaria con el GPS. Algún día contaremos con terminales capaces de aprovechar ambos sistemas.

También se podría esperar un despegue del turismo espacial. “Virgin”, opina Belló, “ya está a punto. En Europa hay iniciativas, pero el principal reto es la regulación para ese tipo de vuelos, ahora inexistente”. La empresa privada se abrirá, además, camino en tareas que hasta ahora tenían un carácter exclusivamente institucional. La primera candidata será Space X que “en 2012 tendrá que consolidar su lanzador Falcon 9 y su cápsula Dragon Lab, porque ya será operativa”, según Belló.

Pilar Gil Villar