¿Qué está apagando la libido de los estadounidenses? ¿Han dejado de tener sexo porque están envejeciendo o hay alguna causa más? Los datos que arroja la última encuesta de General Social Survey pintan un panorama desolador. Para el 23% de los adultos 2018 fue un año célibe. Y, curiosamente, un número mucho mayor de lo esperado corresponde a hombres menores de 30.

El año de la gran sequía sexual

Para los expertos hay una serie de factores causantes. El primero, la edad. El grupo demográfico de 60 años o más aumentó del 18% en 1996 al 26% en 2018. Puesto que a partir de esta edad la frecuencia sexual cae drásticamente, según la encuesta, el hecho de que sea una población creciente reduce la probabilidad general de relaciones.

El envejecimiento de la población no es sorprendente a la hora de analizar la gran sequía sexual americana, pero ¿cómo se explica el celibato en las generaciones más jóvenes? El porcentaje de los estadounidenses de 18 a 29 años que indicaron no tener relaciones sexuales en el último año se ha duplicado con creces en la última década, hasta llegar al 23%.

El psicólogo Jean Twenge, profesor de la Universidad Estatal de San Diego, lo achaca a la incorporación, cada vez más tardía, de los jóvenes a la vida adulta. Asegura que están volviendo menos rebeldes, más tolerantes, menos felices y sin preparación para la convivencia. Son circunstancias que les dificulta tener una pareja y, por tanto, disfrutar de una vida sexual. A partir de los 30 años, sin embargo, el número de estadounidenses casados es mayor, lo que les da mayores probabilidades de tener sexo.

Mejores cosas que hacer en la cama

Si en las últimas tres décadas, las tasas de abstinencia eran similares entre hombres y mujeres, ahora se ha producido una importante división de género, sobre todo entre los veinteañeros. Desde 2008, el porcentaje de hombres sin sexo menores de 30 se ha triplicado, mientras que el aumento en mujeres no ha pasado de los ocho puntos porcentuales.

Twenge relaciona este panorama con la realidad laboral. Según la encuesta, el 54% de los estadounidenses desempleados no tiene una pareja romántica estable, un porcentaje que baja al 32% para los que sí tienen empleo. Por otra parte, los hombres jóvenes tardan bastante más que las mujeres en abandonar el hogar familiar. Es obvio que, en estas circunstancias, las posibilidades de llevar una pareja a casa son menores.

Smiling couple relaxing, drinking coffee and using digital tablet on bed

Caiaimage/Paul BradburyGetty Images

Un último factor que puede estar afectando los hábitos sexuales de los estadounidenses en todas las edades es la tecnología. “Hay muchas más cosas que hacer a las 10 de la noche ahora que hace 20 años”, señala Twenge. Esto puede explicar la caída en la frecuencia sexual entre las personas sexualmente activas. La proporción de personas que tienen relaciones una vez a la semana o más ahora es del 39%, en comparación con el 51% en 1996.

Marian Benito