Hay imágenes que impactan por la historia que transmiten, pero cuando uno descubre qué es lo que retratan el impacto es doble. Eso es lo que ocurre en las siguientes fotografías.

La imagen de portada fue tomada por Jacques Gourmelen, el 6 de abril de 1972, en Saint-Brieuc (Francia). Ese día los trabajadores de la empresa Joint Français se declararon en huelga e intervino la CRS (policía antidisturbios francesa). Cara a cara están Guy Burmieux, empleado de Joint Français y Jean-Yvon Antignac, policía antidisturbios, amigos de la infancia. Gourmelén relató, en una entrevista, el encuentro entre ambos: “Vi a Guy Burmieux dirigirse hacia su amigo y cogerlo por el cuello. Lloró de rabia y le dijo: “¡Adelante, pégame mientras estás aquí!”. Pero Antignac no movió ni un músculo”.

“Fui uno de los trabajadores en huelga – explicó Burmieux a un periódico, años después –. Nos estaban pagando casi nada, trabajábamos 47 horas a la semana … Habíamos encerrado a tres de los directores de la compañía en la planta. Pasamos la noche allí. Por la mañana, llegó la CRS y reconocí a Jean-Yvon. Íbamos a la escuela juntos en el Lycée Curie. Éramos los payasos de la clase, éramos inseparables”.

Tres hombres y un destino

image

Public Domain

La fotografía tiene nombres propios: Alexei Ananenko, Valeri Bezpalov y Boris Baranov. Diez días después del accidente en la central nuclear de Chernobil, el sistema de enfriamiento por agua de la planta falló y se formó una piscina directamente debajo del reactor. Sin enfriamiento, la sustancia radioactiva podría derretirse y pasar a través de las barreras. Si esto hubiera sucedido, podría haber desencadenado explosiones de vapor, disparando radiación que se hubieran extendido por partes de Europa, Asia y África. Para evitar esto había que drenar el líquido radioactivo. Los dos primeros eran ingenieros y Bezpalov, supervisor, y quien sabía dónde estaban las válvulas. Los tres se zambulleron en la piscina con trajes especiales y salvaron a millones de personas. Y a ellos mismo, que pese a todas las previsiones, sobrevivieron.

Un pasado no tan remoto

image

Fred Blackwell

Fred Blackwell congeló en esta imagen, una época que nunca debería haber existido. Era mayo de 1963. De izquierda a derecha, en el mostrador solo para blancos en una cafetería, de Jackson (Estados Unidos) se encuentran John Salter, profesor de sociología y sus estudiantes, Joan Trumpauer y Anne Moody. Los tres eran del Tougaloo College, un colegio negro, que se convirtió en el núcleo del movimiento de derechos civiles en Mississippi. Mientras estaba sentada en el mostrador, el grupo fue asaltado por una turba de blancos que les empaparon con ketchup, mostaza y azúcar. Por sentarse allí.

Explosión de Alegría

image

Slava Veder

La imagen, titulada Explosión de Alegría, ganó un Premio Pulitzer. Fue tomada por el fotógrafo de Associated Press, Slava Veder, el 17 de marzo de 1973 en la Base de la Fuerza Aérea Travis, en California. De espaldas el teniente coronel Robert L. Stirm, reuniéndose con su familia, después de pasar más de cinco años como prisionero de guerra en Vietnam del Norte. La protagonista es su hija de 15 años, Lorrie. Nada más que agregar.

El hogar de Terezka

image

David Seymour

David Seymour fue uno de los fundadores de la agencia Magnum y el autor de esta imagen, de 1948. La niña retratada se llamaba Terezka y vivía en un hogar para niños con trastornos emocionales ubicado en Varsovia. Ese día, los niños debían dibujar una casa. Terezka, que vivió casi toda su infancia en un campo de concentración, hizo este dibujo.

Pasado no tan remoto (2)

image

www.rarehistoricalphotos.com

Otra imagen de tiempos no muy lejanos, pero sí muy dolorosos. Detrás de la cámara, la mirada de Horace Cort, quien retrató a un grupo de jóvenes blancos y negros, nadando en la piscina del hotel Monson Motor Lodge (Florida, Estados Unidos) el 18 de junio de 1964, mientras que el gerente del motel les está echando ácido clorhídrico. Siete días antes del incidente, Martin Luther King Jr fue arrestado por entrar sin autorización en el mencionado hotel, luego de que se le pidiera que saliera del restaurante que propiciaba la segregación. Un grupo de manifestantes decidió defenderse pacíficamente: un grupo alquiló habitaciones, todos ellos blancos e invitó a sus amigos afroamericanos a bañarse en la piscina. En ese momento apareció el gerente del hotel, Jimmy Brock, con el ácido.

Columbine

image

Public Domain

Parece una foto cualquiera de un grupo de adolescentes. Pero no lo es. En la esquina superior izquierda están Eric Harris, Dylan Klebold y algunos amigos apuntando con armas imaginarias a la cámara. Unas semanas después, ambos entrarían al instituto y matarían a 12 estudiantes y una profesora e hirieron a más de 20, en lo que se conoce como la Masacre de Columbine. Los dos amigos se suicidaron en la biblioteca.

Juan Scaliter