Muchas leyendas rodean la figura de Napoleón. Una de ellas se refiere a un fabuloso tesoro que el emperador francés habría saqueado durante la campaña de Rusia. Serían unas ochenta toneladas de oro y joyas, robadas de los palacios e iglesias moscovitas. Entre ellas una valiosísima cruz que habría pertenecido al mítico Iván el Terrible.

Pero, ¿dónde estaría escondida esa fortuna? Según los diarios de uno de sus generales llamado Phillippe Paul de Ségur, se encontraría en el fondo de un lago ruso llamado Semlevo. Pero, lo cierto es que tanto historiadores como cazatesoros lo han buscado durante décadas, y no han encontrado el menor indicio de su existencia.

Pero, ahora, un historiador ruso llamado Viacheslav Ryzhkov, asegura que ha encontrado indicios de que se encuentra en otro lago llamado Bolshaya.

Según este investigador, Napoleón hizo creer a los rusos que llevaba el oro robado al lago Semlevo, para engañarles. Pero, por el contrario, el tesoro habría sido transportado a lomos de caballos y escoltado por parte de su guardia imperial, hasta el lago Bolshaya. Una vez allí, los franceses habrían fabricado un dique para que bajara el nivel del agua, lo que les habría permitido construir una pequeña cripta en la que esconder el tesoro. Luego, tras destruir el dique, las aguas volvieron a anegarlo todo.

Una de las pistas que el historiador esgrime a favor de su teoría, es que los análisis realizados en la ribera del lago revelan una concentración de iones de plata mucho más alta de lo normal.

Pero parece poco fundamento para convencer a la flor y nata de los historiadores rusos, que consideran que la leyenda del tesoro escondido de Napoleón es solo una quimera, que carece cualquier fundamento real.

Fuente: IFL Science.

Vicente Fernández López