Una caja llena de baratijas encontrada en la tienda de un anticuario surafricano, ha servido para realizar un inesperado hallazgo. Se trata de un retrato de Charles Dickens, que llevaba 174 años desparecido, y que era codiciado por historiadores y coleccionistas.

El retrato en cuestión es una miniatura de unos diez centímetros de alto, pintada con acuarelas. Su autora fue Margaret Gillies, una artista que fue amiga personal del famoso escritor. La obra fue realizada en el año 1843, y lo más llamativa de la misma es que nos muestra al novelista de joven, cuando solo tenía 31 años. Una edad a la que ya había escrito algunas de sus más famosas obras, entre ellas Oliver Twist.

La obra había sido vista por última vez en 1844, cuando se exhibió en la Royal Academy of Arts de Londres. Pero, ¿cómo llegó hasta Suráfrica? Se cree que se la llevó la hija adoptiva de la pintora, que se mudó a dicho país.

Fuente: Telegraph.

Vicente Fernández López