El pasado 29 de octubre se cumplieron 400 años de la muerte del cortesano, poeta, explorador y (sobre todo) corsario británico Sir Walter Raleigh, que fue ejecutado en Londres, tras caer en desgracia ante su soberano, Jacobo I. Y, ahora, podría estar a punto de resolverse uno de los grandes misterios que han rodeado a su figura.

Tras su muerte, el cuerpo de Raleigh recibió sepultura en la capilla de St Margaret’s, en Westminster. Bueno, no todo el cuerpo, ya que faltaba la cabeza. ¿Dónde estaba? Nadie lo sabe con certeza, pero la leyenda cuenta que su viuda, una dama de la corte llamada Bess Throckmorton la hizo embalsamar, y la preservó en su hogar en el interior de una bolsa de tela.

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Y, ahora, unos investigadores han encontrado en West Horsley Place, una finca que perteneció a la viuda de Raleigh, una bolsa de terciopelo rojo que ha llamado poderosamente su atención. Los análisis revelan que pertenece al período histórico en el que vivió el corsario. ¿Pudo ser entonces la que se usó para guardar su cabeza?

Los investigadores reconocen que es complicado poder demostrarlo. No se han encontrado en ella restos de sangre, así que si la cabeza estuvo en su interior, tuvo que ser embalsamada, tal y como cuenta la leyenda. Pero el hallazgo contribuye a reavivar este mito.

Fuente: The Guardian.

Vicente Fernández López