A lo largo del planeta existen numerosas tribus que se caracterizan por su baja estatura. Son los llamados pigmeos. Los más conocidos son los del continente africano, cuyos miembros no superan el metro y medio de altura. Aunque hay grupos humanos similares en Asia y América del Sur. Pero, ¿por qué son tan bajitos? ¿Es un capricho evolutivo o hay una razón adaptativa para ello?

Para tratar de arrojar un poco de luz sobre esta cuestión, un equipo del Harvard’s Department of Human Evolutionary Biology, realizó un estudio con grupos de pigmeos de Malasia y Bolivia. Y las conclusiones iniciales del mismo, apuntan en la dirección de que tener una baja estatura puede ser una ventaja para estos grupos humanos.

Si algo tienen en común todas las tribus de pigmeos del mundo es que viven en selvas y bosques tropicales. Se trata de ambientes con temperaturas cálidas y húmedas, impenetrables, en los que resulta difícil moverse, y en los que el alimento es escaso. Al menos para los humanos.

Tal y como han comprobado los investigadores de Harvard, al tener poca estatura, los pigmeos dan pasos más cortos, pero eso les permite moverse por las selvas tropicales con más seguridad y habilidad que las personas de tamaño medio. Además, su organismo es más eficiente a la hora de eliminar el calor corporal y de asimilar la humedad, y necesita menos energía, y por tanto menos recursos y alimentos.

Conviene recordar que otro estudio realizado en 2014 con pigmeos de Uganda por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, arrojó conclusiones similares. Pero esta investigación aportó otro dato interesante, y es que los genes que hacen pequeños a los pigmeos, también les proporcionan una madurez sexual más temprana. Algo que resulta esencial para un grupo humano cuya esperanza de vida es muy corta. 25 años en el caso de los pigmeos de Uganda.

Vicente Fernández López