Poco a poco, la ciencia va teniendo constancia de nuevas habilidades de nuestros antepasados prehistóricos. Y ahora, un equipo de investigadores liderado por Iegor Reznikoff, musicólogo de la Universidad de París, cree que los habitantes del Paleolítico Superior pudieron ser también muy aficionados a cantar.

La pista se la han dado las maravillosas pinturas rupestres, ya que Reznikoff ha descubierto que, curiosamente, están realizadas siempre en los rincones de las cavernas que tenían mejor acústica. Para el experto puede ser una evidencia de que los cavernícolas cantaban mientras pintaban, tal vez como parte de alguna ceremonia ritual.

«La acústica era muy importante para el hombres prehistórico», explica el investigador. «Porque más allá de su posible afición al canto, su voz debía ser también una herramienta que les sirviera para guiarse por el interior de esos laberintos de cuevas, sobre todo en aquellos tramos en los que no resulta posible utilizar antorchas».

Vicente Fernández López