La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, (EFSA) ha publicado un estudio en el que lleva trabajando desde el 2008, en el que pone en conocimiento que la publicidad de algunos productos ‘milagro’ anunciados como beneficiosos para la salud, no solo no tienen base científica, sino que una vez analizados no tienen base de ningún tipo.

Con aproximadamente 2.800 sustancias usadas por la industria para la elaboración de sus productos recogidas, el estudio arroja resultados escalofriantes e importantes: más del 80 % de ellos no tienen ninguna base científica o se agrupan bajo una categoría muy generalista que resulta prácticamente imposible contrastar.

La Agencia informa que se ha basado en todos los conocimientos, estudios, ensayos y análisis que los trabajos científicos actuales han aportado hasta ahora. Esto, deja en evidencia clara a los fabricantes de alimentos y a su forma y maneras de usar la publicidad parra ‘enganchar’ al consumidor, reclamando la atención mediante mensajes que le alertan de mejorar su salud, forma física o mental. Recordemos que hace poco, también se desmontaba la teoría de «Dos litros de agua al día«, cuya frase fue acuñada por una campaña publicitaria y no por ninguna organización o institución sanitaria.

Entre los productos recogidos por EFSA unos pasan el rigor científico y otros se quedan en el camino. Te decimos qué es verdadero y qué es falso:

Es verdadero que…

– Compuestos vitamínicos.
– Fibras dietéticas relacionadas con el control de glucosa en sangre: colesterol en la sangre, o el control de peso.
– Aceite de oliva: ayuda a regular los niveles de colesterol LDL (el malo).
– Los productos bajos en sodio ayudan a mantener la tensión baja y la función muscular. Como nota al pie, la EFSA advierte que hasta ahora no ha habido casos de fala de sodio (sal) y que no se puede decir una cantidad mínima recomendada.
– Cambiar azúcar por sorbitol y xilitol sí reduce la caries.
– Los fitoesteroles reducen el riesglo de colesterol. No es recomendable para menores de 5 años o mujeres en período de lactancia.
– Gracias a que disminuye la sensación de agotamiento, la cafeína produce un aumento de resistencia ante actividades deportivas o físicas.
– Otra que ayuda al ejercicio es la creatina, que aumenta el desarrollo del músculo. Su dosis recomendada diaria: 3gr.
– Las nueces ayudan a reducir el colesterol.
– La miel queda en terreno de nadie: existen demasiadas variedades por lo que es imposible hacer un estudio objetivo.

Es falso que…

– No hay ninguna relación entre los bífidos y la disminución de agentes patógenos en el sistema digestivo.
– La fibra de trigo no contribuye a tener el peso ideal.
– Los arándanos reducen las infecciones urinarias de las mujeres.
– Las famosas isoflavonas de soja protejan el ADN, los lípidos y las proteínas de la oxidación.
– El picante (capsacina) adelgaza.
– Los polifenoles del aceite de oliva ayudan a mantener el colesterol bueno.
– La coenzima Q contribuye a proporcionar energía al metabolismo.

En definitiva, cuatro de cada cinco propiedades que son supuestamente saludables según la industria han sido rechazadas de pleno por EFSA, lo que en datos es un 80% de los productos, los cuales carecen completamente de base científica para algunos de sus reclamos. A partir de ahora los fabricantes no podrán publicitar que su picante o fibra de trigo adelgaza, que su soja ayuda a la menopausia o que la coenzima Q, tan de moda en los gimnasios, ayude a proporcionar energía.

Redacción QUO