Son los “Animal Cops”, y no es un juego de palabras anti-sistema, sino verdaderos policías humanos para defender a los animales. Todo comenzó en Estados Unidos, en las ciudades de Houston, Filadelfia, Detroit, Miami y Nueva York, entre otras, en donde la policía investiga casos de crueldad contra los animales. La iniciativa se ha hecho tan famosa que un programa de documentales refleja su tarea diaria.

Ahora este trabajo se ha extendido a Europa, particularmente a un nuevo servicio puesto en marcha en Holanda. La medida quiere así poner fin a las más de 40.000 denuncias que se registran cada año en el país.

La nueva brigada ha generado mucha expectación en la primera ciudad donde se ha puesto a patrullar, Capelle aan den Ijssel. Estos policías no llevan armas de fuego, sino porras, y están autorizados para llevar a cabo detenciones.

No obstante, la fuerza se deja para casos extremos, ya que su objetivo es convencer con la palabra de que la gente cambie de actitud frente a los animales. Para reforzarlo, las autoridades han iniciado una campaña de concienciación ciudadana, que incluye numerosos carteles y pegatinas con el lema “114 salva un animal”.

Algunas voces críticas tachan la medida de populista. Antes de esta brigada, la policía convencional también estaba encargada de intervenir en situaciones de maltrato animal. Además, la idea proviene del Partido por la Libertad, liderado por el ultraderechista Geert Wilders.

En cualquier caso, Holanda es un país cada vez más preocupado por los animales. Allí se puede asistir a cursos de primeros auxilios para animales, y se puede contratar los servicios de psicólogos especializados en felinos o un seguro médico para conejos.

Redacción QUO