El rey francés Luis XIV, conocido por su buen vestir, se fijó en unos pañuelos que utilizaban en su uniforme los croatas, y decidió incorporarlo al atuendo de su regimiento, que pasó a llamarse Royal Cravatte.

La forma actual se la debemos al estadounidense Jesse Langsdorf, que patentó el corte con retales en 1924.

Redacción QUO