Es un problema de gravedad e hidrodinámica. La sangre circula como consecuencia de mecanismos de bombeo y de succión. El corazón bombea hacia adelante y genera un vacío en su interior que succiona la sangre desde atrás. Las arterias cooperan con su elasticidad.Para evitar la congestión del corazón, estas almacenan el exceso de sangre.

Por su parte, la presión de las contracciones de los músculos que rodean las venas también colabora en el bombeo. Si nos quedamos mucho tiempo de pie, la sangre se acumula en los miembros inferiores, y el mecanismo de succión del corazón falla: baja la presión arterial y el cerebro se queda sin riego suficiente. Es entonces cuando nos mareamos y nos caemos.

Pedro J. Cañones
Sociedad Española de Medicina General

Enviada por Ramón Santiaguera, Toledo

Redacción QUO