Su origen no tiene nada que ver con cuestiones estéticas. Los hititas empezaron a usarlos porque montaban a caballo, y los tacones contribuían a fijar el pie en el estribo. Por eso, la bota fue el primer calzado que los incorporó.

Si su origen se debe a una cuestión práctica, su difusión durante la Edad Media se debió a razones higiénicas. El tacón era el mejor medio de andar por el barrizal que se formaba en las calles de tierra cuando llovía y para sortear los “obstáculos” procedentes de los barreños y cubos de alivio de las casas.

Redacción QUO