Una cara fuerte es bonita. El atractivo masculino aumenta con la intensidad de los rasgos óseos (mentón, pómulo, mandíbula), que está relacionada con el nivel de testosterona en sangre. Más cantidad de testosterona produce mayor desarrollo óseo y cara más angulosa, y esta hormona es un marcador de fertilidad y vigor sexual.
El trapecio ideal. La relación que marca la fertilidad y, por tanto, el atractivo se establece entre hombros y caderas: el torso ideal tiene forma de trapecio. De ahí el uso tradicional de hombreras en
los uniformes.
¿Mejor con pantalón? El uso de pantalones ceñidos remarca las nalgas, lo que indica potencia muscular donde tiene que haberla para garantizar la cópula.

Redacción QUO