Por su parte, la Dra. JoannaScurr, investigadora de la Universidadde Portsmouth en Inglaterra, también confirmó,al hablar con Quo de su última investigación, que “los pechos tienen la propiedad de la inercia,q ue obviamente se incrementa con el tamaño, la densidad y la masa del busto. Así, según nuestros estudios, al moverse traza una figura tridimensional. Básicamente, hace un ocho moviéndose de arriba hacia abajo, de dentro hacia fuera y de lado a lado”. Por lo tanto, cuanto mayores el pecho y más su movimiento, mayor es el momento (masa del cuerpo por velocidad) que genera. Para cambiar o detener dicho momento se requiere una gran fuerza, que generalmente surge de las tiras del sujetador. Estos conocimientos permitieron al equipo australiano idear un ejemplar capaz de detectar los movimientos más habituales, que se ajusta o cede para responder, y que se sirve así del principio físico de acción y reacción presente en la naturaleza. La prenda, conocida como Smart Bra, utiliza sensores y telas poliméricas para medir la tensión y el estrés. Por ahora, el gran desafío de los investigadoreses lograr un equilibrio en la respuesta de la tela. “No queremos crear un sujetador que reaccione exageradamente, que impida la respiración. Debería ser un cambio gradual, no uno instantáneo”, asegura la investigadora Kelly Ann Bowles. Pero este no es el único sujetado rinteligente. Aparte del modelo de áloe vera, otro con un gel que se puede calentar en el microondas y el ecológico (se transforma en bolsa de la compra), los científicos se toman este asunto muy a pecho. Investigadores de la Universidad De Monfort, en Londres, han ideado uno que detecta el cáncer de mama. Funciona emitiendo pequeñas corrientes eléctricas que pasan a través del pecho.Debido a la diferencia de densidad entre un pecho sano y uno con tumor, la corriente no los atraviesa del mismo modo; elsujetador percibe esa diferencia y da la alerta, lo que ahorra dinero en mamografías y tiempo de tratamiento, al detectar tumores en los primeros estadios. Otros, pese a ser prácticos, son más sorprendentes. Kursty Groves, del Royal College of Art, en Inglaterra, ha diseñado uno que encaso de emergencia “llama”a la Policía. Este adminículo funciona del siguiente modo: en su interior hay un monitor de frecuencia cardíaca, unGPS y un teléfono inalámbrico. En caso de un cambio súbito del ritmo cardíaco (lo que indica miedo, al contrario de un cambio paulatino, que señala esfuerzo físico), el teléfono llama y señala la ubicación de la persona.Tan complicado es el diseño de sujetadores que algunos científicos espaciales han unido conocimientos para elaborar uno que contemple la acción de la gravedada la hora de ponérselo. La tecnología utilizada por investigadores de la Universidad de Loughborough, Inglaterra, es la misma que sirve para estudiar la carga en motores de naves espaciales. Los datos son recogidos por medio de un láser que rebota en el objeto (eneste caso, unos pechos) y va hacia la lente de una cámara, que forma con miles depuntos la imagen en 3D. Después, mide los movimientos de cada punto y calcula la fuerza y el estrés al que están sometidos los pechos debido a la gravedad. Los resultados de esta investigación aún se están evaluando.
Esto es un invento español
Mientras, en España, dos especialistas han creado sendos sujetadores. La Dra.Elisa Fernández, anatomopatóloga delHospital Universitario de Tenerife, ideó uno nocturno (www.nightbra.com) que no tiene copas. Su propósito es evitar las arrugas en la zona supramamaria, encima de los senos; y esto lo consigue quitandola presión sobre ellos y desplazándola hacia los hombros. El otro invento es Way Milk (www.waymilk.com), un sujetador para madres queestán dando el pecho. Cuenta con dos bandas elásticas cruzadas y dos refuerzos laterales que permiten una presión adecuada donde se acumula la leche. Evitan la mastitis, las estrías y la caída del pecho, y mejora la lactancia. De nuevo una fuerzafísica, la presión, nos facilita la vida. Este año se cumple un siglo desde que Mary Phelps Jacobson ideó el primer sujetador. Desde entonces hemos llegadoa la Luna, se ha roto la barrera delsonido… Pero aún no hemos descubierto el secreto de esta prenda.¿Será necesario otro siglo más para lograrlo?

Redacción QUO