N­o son solo los deseos y fantasías de los hombres los que han elevado el pie a la categoría de mito erótico. Los especialistas en terapia sexual se fijan también cada vez más en ellos. En las consultas y sesiones de grupo se enseña a acariciarlos, masajearlos y besarlos desde los dedos hasta el talón o el empeine como uno de los mejores desinhibidores y prolegómenos del acto sexual. El objetivo es descubrir todos sus recovecos y sacarles el máximo partido.

Redacción QUO