Los países ricos han llegado a acuerdos para comprar más de dos mil millones de dosis de vacunas contra el coronavirus. Europa se ha asegurado 80 millones de dosis. Según los expertos, la brutal demanda dejará a los países en desarrollo desabastecidos

Los países ricos han llegado a acuerdos para comprar más de dos mil millones de dosis de vacuna contra el coronavirus por encargo, antes de que estén listas. Solo Europa, ha firmado la compra inicial de 80 millones de dosis en nombre de todos los Estados miembros de la UE antes de que estén fabricadas, y otros 80 millones de dosis, que se suministrarán una vez que una vacuna haya demostrado que es segura y eficaz contra la COVID-19.

España recibirá 31 millones de dosis

En el caso español, el Gobierno ha comunicado a la Comisión Europea (CE) su adhesión a la compra conjunta con Europa de 300 millones de dosis,  más otros 100 millones de forma opcional, adquiridas al laboratorio británico AstraZeneca. A cada Estado miembro que se adhiere le corresponde un número de dosis proporcional a su población, por lo que España recibirá 31 millones de dosis.

La enorme demanda dejará sin suministro a los países con menos recursos

Los contratos están firmados incluso antes de que las vacunas hayan demostrado su eficacia y sin tener claro que vaya a haber suficientes. La enorme demanda podría dejar sin suministros a los países con menos recursos. Pero si no nos vacunamos todos (pobres y ricos), el mundo no se librará del coronavirus.

Cumplir con los contratos de vacunas por encargo producirá un desabastecimiento del mercado, del mismo modo que ocurría con el papel higiénico en el origen de la pandemia, con la diferencia de que si el mundo más desfavorecido se queda sin vacunas, no será asunto para hacer memes.

Un producto demandado por la absoluta totalidad del planeta y, además, de primera necesidad

Octubre, noviembre, quizá diciembre. Antes de final de año es muy posible que estén listas las primeras vacunas contra la COVID-19. Son el oro del siglo. Un producto demandado por la absoluta totalidad del planeta y, además, de primera necesidad.  Todos los países luchan por tener vacunas, pero el suministro está lejos de ser suficiente. A pesar de que aún no están listas (Rusia ha aprobado una vacuna de uso limitado, pero no ha completado la fase III de los ensayos) los pedidos previos ya se están cerrando a la carrera.

80 millones de dosis ya están apartadas para Europa

La Comisión Europea ha firmado contratos con Moderna,  Sanofi-GSK , Johnson & Johnson, CureVac y AstraZeneca para garantizarse dosis para todos. En total, se ha firmado la compra inicial de 80 millones de dosis en nombre de todos los Estados miembros de la UE antes de que estén fabricadas, y otros 80 millones de dosis, que se suministrarán una vez que una vacuna haya demostrado que es segura y eficaz contra la COVID-19

Cuántas hay y cuántas necesitamos

Según los propios fabricantes, a partir del momento en que todas las vacunas en proyecto tengan vía verde, podrían fabricarse 10.000 millones de dosis para finales de 2021. Esto según las estimaciones de las empresas sobre su capacidad de fabricación. Pero estas cifras son una estimación para muchos expertos demasiado optimista.

La firma de análisis con sede en Londres Airfinity informa que los EE. UU., Gran Bretaña, la Unión Europea y Japón han asegurado hasta ahora alrededor de 1.300 millones de dosis de posibles vacunas COVID-19 para este año. Sin embargo, según Airfinity, el suministro mundial puede no alcanzar los mil millones de dosis hasta el primer trimestre de 2022.

El panorama es quebradizo casi por donde lo cojas. «Incluso con una evaluación optimista, todavía no hay suficientes vacunas para todo el mundo», según Rasmus Bech Hansen, director ejecutivo de Airfinity. Y, si no hay fucientes para las ricos, ¿cómo garantizar que lleguen a los países en desarrollo?

Un plan necesario para la distribución ética de la vacuna

Para abordar el problema, en junio, la OMS, la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés) y la Alianza Mundial para la Inmunización y la Vacunación (GAVI), presentaron un plan de 18 mil millones de dólares estadounidenses para producir más vacunas y asegurar dos mil millones de dosis para fines de 2021, que permitan que una parte del producto vaya a los países en desarrollo.

La idea de GAVI es invertir para soportar los gastos de las farmacéuticas, garantizarles la venta del producto encargado antes de que esté listo (cosa que las farmacéuticas aplauden) a cambio de que el precio de la vacuna sea gratis, o casi gratis, para los más pobres. Pero para conseguir esto GAVI  necesita ahora aportaciones económicas que no consigue.

Si la vacuna no les llegara, el paisaje estaría descrito por un mundo de ricos donde el coronavirus habrá sido vencido, y un mundo pobre donde seguirá azotando sin barreras

La iniciativa, conocida como Covax, tiene como objetivo garantizar a naciones con finanzas limitadas acceso a vacunas que de otro modo serían inasequibles. Si la vacuna no les llegara, el paisaje estaría descrito por un mundo de ricos donde el coronavirus habrá sido vencido, y un mundo pobre donde seguirá azotando sin barreras.

Por este motivo, desde el 4 de mayo de 2020, la Comisión europea ha comprometido cerca de 16 000 millones de euros, en el marco de la respuesta mundial a la crisis del coronavirus,  para un acceso universal a las pruebas, los tratamientos y las vacunas contra el coronavirus.

En pandemias pasadas, los esfuerzos para distribuir las vacunas de manera equitativa han estado entre las áreas más controvertidas y tensas de la política de salud mundial. Una vez más, la crisis del coronavirus va a enfrentarnos a un dilema ético que definirá nuestra civilización. El «sálvese quien pueda» está más que nunca sobre la mesa.