Un nuevo método basado en la detección de mutaciones en ADN extraído de un simple análisis de sangre puede detectar el cáncer cuatro años antes de que aparezcan síntomas

El cáncer es una enfermedad tratable en muchos casos, pero el éxito del tratamiento depende de detectarlo a tiempo, y a menudo los tumores se descubren cuando presentan síntomas, y ya es demasiado tarde. Durante años los científicos han buscado una prueba sencilla que pueda detectar la aparición de células cancerosas en la fase temprana, antes de que se propaguen y cuando el tratamiento es más eficaz. Esa prueba está hoy un poco más cerca.

En un artículo publicado en Nature Communications los investigadores de la Universidad de California en San Diego liderados por el bioingeniero Kun Zhang han presentado un método por el que se pudo el cáncer mucho antes de que aparecieran los síntomas en casi todas las personas que analizaron y que después desarrollaron cáncer, usando un simple análisis de sangre.

En los intentos anteriores se tomaban muestras de sangre de personas que ya habían sido diagnosticadas con cáncer, buscando las mutaciones genéticas que se producen en las células cancerosas a través de un proceso de metilación del ADN.

En su lugar, los investigadores de San Diego comenzaron a recoger muestras de personas antes de que tuvieran ningún síntoma. En 2007 reclutaron a más de 123.000 personas sanas en Taizhou (China) y comenzaron a hacerles exámenes médicos anuales. Alrededor de 1.000 participantes desarrollaron cáncer en los siguientes 10 años.

Zhang y sus colegas han desarrollado una prueba llamada PanSeer que detecta patrones de metilación del ADN que corresponden a los cinco tipos más comunes de cáncer: estómago, esófago, colorrectal, pulmón e hígado. La prueba aisla el ADN de la muestra de sangre y busca señales de metilación en más 500 lugares del código genético identificados como aquellos en los que se producen las mutaciones en las células cancerosas.  Comparando las muestras con las de individuos sanos pudieron detectar el cáncer hasta cuatro años antes de que aparecieran los síntomas con una precisión de aproximadamente 90 por ciento y una tasa de falsos positivos de 5 por ciento.

Todavía queda camino que recorrer para llegar a tener una prueba universal que detecte cualquier tipo de cáncer en la fase temprana. Es necesario repetir el estudio para comprobar su efectividad, algo nada fácil dada su magnitud, tanto en número de participantes como en duración. Idealmente las siguientes pruebas se deberían centrar en los cánceres más mortíferos, como el de páncreas, donde la detección temprana vital para la supervivencia del paciente.

REFERENCIA

Non-invasive early detection of cancer four years before conventional diagnosis using a blood test