Una de las preguntas más enigmáticas en esta pandemia es por qué hay personas sanas y jóvenes que acaban en la UCI e incluso mueren por culpa del coronavirus

En España, la primera noticia sobre el fallecimiento de una persona sana y joven por infección de coronavirus fue un guardia civil de 37 años, sin enfermedades previas y en activo. Ese mismo día, la OMS advirtió que no hay nadie a salvo. Pero, ¿por qué unos sí y otros no? Esta pregunta es una de entre los muchos grandes enigmas que la investigación sobre el coronavirus SARS-Cov2 podrá responder algún día y la investigación que lleva a cabo la investigadora del CSIC Ana Planas va en busca de esa respuesta. Si la encuentran, podrá saber antes de que te infectes si serás uno de los casos graves, aunque estés sano y seas joven. Y bastará con un análisis de sangre. Hemos entrevistado a Ana Planas para que nos lo explique.

Jóvenes, sanos y graves por COVID-19… ¿Te enfrentas a uno de los mayores enigmas sobre el coronavirus?

Nos enfrentamos a algo tan absolutamente desconocido que da pánico ver lo frágiles que somos y lo poco preparados que estamos a todos los niveles ante algo así. Este virus es algo totalmente nuevo. Estamos acelerando todo el proceso de investigación, por primera vez están todos los recursos puestos en investigación, y en unos meses esperamos tener datos y poder dar respuestas a enigmas como este.

¿Y por dónde empezáis?

Hay que estudiar muchas cosas, porque no sabemos por dónde vendrán las respuestas, el campo es virgen. Yo pienso que tiene que haber una razón genética que explique que personas de mediana edad, gente previamente sana, acabe en la UCI. La hipótesis de la investigación es que tal vez haya una variante genética que podría explicar esto.

¿Personas con genes que responden mal al coronavirus?

Puede ser que existan pequeñas variaciones genéticas que no dan patología en una situación normal, pero frente a este virus, al que jamás nos habíamos enfrentado, produzcan una reacción anormal. En una situación normal, no pasa nada, son personas sanas. Pero los que tienen estos polimorfismos, estas pequeñas variaciones genéticas, pueden ser los que reaccionen mal ante una situación de estrés provocada por el coronavirus.

¿Y de qué genes hablamos?

Nos vamos a centrar en los genes que tienen que ver con el sistema inmunológico. Porque no es tanto el virus como una mala respuesta a la infección lo que causa los síntomas graves. En algunas personas, la respuesta inmunológica es exagerada, es tan potente que daña las propias células del organismo. Hay algo anormal en la respuesta inmunológica de personas que tienen que ir a la UCI sin estar enfermas previamente.

¿Cómo buscáis si esa mala respuesta tiene que ver con los genes?

Estudiamos los genes de dos grupos de personas entre los 18 y los 60 años. Un grupo con con síntomas leves y otro de personas graves. En ambos casos, previamente sanas. La idea es confrontar los genes de personas con muy poca afectación y los que van a la UCI, sin patologías previas y en esta franja de edad. Y vamos a buscar diferencias en sus genes que sean consistentes. Veremos si hay variaciones genéticas que se vean repetidamente en los que van a la UCI y no en los otros. En unos meses tendremos respuesta. Nos hemos juntado con consorcios internacionales que están haciendo lo mismo en otros países.  Tendremos muchos datos.

Se podrá hacer un test directamente en sangre que diría si eres candidato a desarrollar síntomas graves.

Y si lo encontráis, ¿cómo sabremos si lo tenemos?

La situación ideal sería que encontráramos un solo gen y pudiéramos decir que la gente que lo tiene puede tener gravedad si se infecta. En esta situación ideal, se podrá hacer un test directamente en sangre que diría si eres candidato a desarrollar síntomas graves. Y ese test se puede hacer antes de que se infecten. Si lo tienes, tendrás que ir súper protegido, tener mucho cuidado. La finalizad última sería tener un biomarcador que pueda hacer un diagnóstico, anticiparse a la enfermedad cuando va a producir síntomas tan graves que requieran UCI

Y ¿se puede quitar?

Si identificas un gen hay muchas posibilidades a muchos niveles de tratamiento sin entrar en modificaciones genéticas. Si se descubriera, habría posibilidad de buscar dianas terapéuticas para ver por dónde atacar el virus. Además, por ejemplo, cuando haya vacuna, y tengamos que decidir a qué personas dársela primero, este grupo podría estar entre los de más riesgo, y deberían ser los primeros en recibir la vacuna. Con esta herramienta podrías identificar a la población a la que hay que proteger más.

El proyecto de investigación está financiado por el CSIC y es un esfuerzo colaborativo de diversos equipos de investigación multidisciplinares. Obtendremos muestras de pacientes del Hospital Clínic de Barcelona gracias al apoyo y la colaboración de diferentes investigadores y servicios de este hospital. También participa en el proyecto el Dr. Israel Fernández-Cadenas del Hospital de Sant Pau de Barcelona, y los siguientes investigadores del CSIC: Jordi Pérez Tur, del Instituto de Biomedicina de Valencia; Marta López de Diego, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC); Fuencisla Matesanz, del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra, Granada; Lara Lloret, del Instituto de Física de Cantabria; Ignacio López Cabido, del Centro de Supercomputación de Galicia; y la propia doctora Planas.