Los científicos han conseguido crear «organoides», órganos humanos en miniatura que funcionan como los reales y permiten realizar ensayos sobre ellos

El coste de desarrollar un nuevo medicamento está en los miles de millones, y una buena parte de la inversión se dedica a los experimentos, primer in vitro, con células aisladas en un tubo de ensayo, y después in vivo, en un organismo real. Pero como la experimentación con humanos es ilegal, estos últimos se suelen hacer con ratas y otros animales de laboratorio.

Esto es problemático porque se calcula que solo uno de cada diez medicamentos consiguen reproducir en humanos los efectos conseguidos en ratas.

Los investigadores del Wake Forest Institute for Regenerative Medicine de Ohio han conseguido crear un modelo casi completo del cuerpo humano a partir de células madre, compuesto de versiones en miniatura de cada órgano, llamadas «organoides». Puesto que las células son humanas y los organoides se comportan a pequeña escala como un organismo humano, se puede saber con certeza si una sustancia es tóxica o no, eliminando la necesidad de las pruebas con animales.

Hay versiones en miniatura del hígado, el corazón, pulmones, vasos sanguíneos, testículos colon y cerebro. Cada una de ellas mide entre décimas de milímetro y unos cinco milímetros. El sistema completo se puede implantar en un chip de silicio, y los resultados se han publicado en un estudio de la revista Biofabrication.

Estos órganos se han desarrollado cultivando células madre extraídas de pacientes humanos. A pesar de su tamaño diminuto, cada organoide mantiene las las mismas propiedades. Por ejemplo, el minicorazón late unas 60 veces por minuto, igual que el real.

Aunque aún es pronto para saber si estos sistemas conseguirán remplazar por completo los experimentos con animales, es un gran paso adelante que podría acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos.

REFERENCIA

Drug compound screening in single and integrated multi-organoid body-on-a-chip systems