No es extraño que le doliera la barriga

Tras una operación conviene hacer siempre recuento del material del quirófano. No sea que falte alguna pieza y aparezca en el lugar más insospechado. Como en el estómago de un ciudadano chino que acudió a las urgencias del Hospital Insular de Gran Canaria con fuertes dolores en el abdomen. Cuando le hicieron una radiografía se encontraron con ¡dos pinzas quirúrgicas olvidadas dentro! El paciente se había operado días antes de una úlcera de estómago.

¿Sobrevivió?

Los milagros (entendidos como fenómenos sobrenaturales o mágicos) no existen. Pero, en ocasiones resulta difícil no utilizar dicha palabra para definir ciertas historias asombrosas. Como la de Yasser López, un adolescente de dieciséis años que sobrevivió a un terrorífico arponazo (accidental) en la cabeza. El muchacho estaba nadando en un lago de Florida cuando un amigo que estaba pescando disparó sin querer su arpón. Con tanta puntería que el acero penetró en la cabeza de Yasser (tan solo 5 cm por encima de su ojo izquierdo), atravesándola por completo.
Para extirparle el arpón, el chico tuvo que someterse a una compleja intervención que duró más de tres horas. Asombrosamente, el acero no dañó ninguno de los principales vasos sanguíneos del cerebro, por lo que los médicos esperan que el accidente no le deje secuelas de ningún tipo. Lo dicho… milagroso.
De momento, Yasser ya habla, afirma que siente dolor y no recuerda nada del accidente. Pero lo que más le preocupa es que por el momento no tiene movilidad alguna en el lado izquierdo de su cuerpo. Aunque los doctores esperan que ese problema se solucione con meses de rehabilitación.

Las llaves siempre se pierden

Aunque estas estaban muy a la vista. Al menos, a la vista de un niño menor de 2 años a quien se le incrustaron en el ojo y le entraron al cerebro. Milagrosamente, el pequeño se recuperó.

Cortar por lo sano

En el año 2003, Pat Skinner fue operada del colon en el Hospital Saint George de Sydney, Australia. Dieciocho meses después, insistía en que le dolía el estómago. Las imágenes de rayos X descubrieron una tijeras de 17 centímetros en su cuerpo.

Bicho raro

El Dr. Nikola del Hopsital Poriah de Israel muestra el tenedor que una mujer se tragó intentando cazar un insecto que se le metió en la boca.

Tirar la silla por la ventana

Shafique el Fahkri fue atacado a la salida de la discoteca Metro en Melbourne, Australia. La pata de la silla le entró por el ojo izquierdo hasta la garganta. No solo sobrevivió, sino que también recuperó el 95% de la visión del ojo. La única consecuencia fue una voz un poco más rasposa que antes.

Aterrizaje forzoso

Aunque parezca increíble, Ron Hunt, un carpintero estadounidense, sobrevivió después de caerse sobre una broca de 50 cm.

Dar en el clavo

El cuerpo de Chen Liu fue hallado en el río George, en Sydney, Australia. Su cráneo presentaba 27 clavos que habían sido disparados con una pistola especial usada en carpintería.

Enganchado

A Gail Creek, obrero estadounidense, se le cayó el gancho de una grúa en la cabeza. Por suerte, no le perforó el cerebro y vivió para contarlo.

Sin cobertura

Cualquier escondrijo es válido para colar un móvil en prisión. Como muestra, basta este salvadoreño que intentó que su teléfono pasara inadvertido usando su intestino como “funda”.

Entre ceja y ceja

Otra recuperación milagrosa es la de este adolescente, que fue apuñalado con un cuchillo de 12 centímetros. El rápido traslado al hospital y que nadie intentase sacarle el arma fue lo que le salvó la vida.