Apéndice: ese gran desconocido

El apéndice, estos 5 cm al comienzo del intestino grueso, aún es un gran desconocido. Se calcula que el 6% de la población tendrá apendicitis, sobre todo en la segunda y la cuarta década de sus vidas.

La naturaleza elimina todo lo que no sirve, y el apéndice no parece una de sus prioridades. Por el contrario, la evolución ha trazado más de 30 caminos independientes para dotar de este anexo intestinal a los 533 mamíferos que ha estudiado la investigadora Heather F. Smith, de la Universidad Midwestern, en Arizona (Estados Unidos). Según el análisis de Smith, publicado en la revista Comptes Rendus Palevol, las especies con apéndice tienen más tejido linfoide en el intestino ciego, de donde nace el apéndice. Este tejido puede estimular el desarrollo de bacterias beneficiosas. La científica opina que el órgano podría ser un piso franco donde esperan el momento de actuar, una idea coherente con la observación de que quienes carecen de apéndice tienen una tasa levemente superior de infecciones.

 

El huevo sin huevo

La empresa Clara Foods ha dado el primer paso para producir clara de huevo sin necesidad de recurrir a las gallinas. Su plan es usar levadura modificada genéticamente para fabricar una clara que tenga una vida útil más larga y menos riesgos de contaminación –por salmonela, por ejemplo–. En concreto,
la compañía pretende que su levadura produzca la proteína albúmina, que es una de las más abundantes en nuestro organismo y el ingrediente principal de esta parte del huevo.

La albúmina de la clara sirve para elaborar productos como la pasta, la bollería y ciertos suplementos alimenticios.

Todos las llevaremos

Estas lentes líquidas de la Universidad de Utah (EE. UU.) permiten enfocar a cualquier distancia al instante gracias a un sistema electrónico. Prometen reemplazar las gafas para ver de cerca y las bifocales, empleadas ahora para corregir la presbicia que aparece con la edad.