Recientemente, os contábamos el caso de una mujer india que había acudido al médico por sentir un cosquilleo dentro de su cabeza. Dicho hormigueo se debía a que una cucaracha viva se había atrincherado en la base de su cráneo.

En esta fotogalería, os contamos algunas de las cosas más extrañas que se han encontrado en el interior de la cabeza humana.

Fuente: popsci.com

Parte de un bolígrafo

En 2014, Journal of Medical Cases publicó el extraño caso de un niño de 13 años que se había desmayado en clase durante unos minutos. Al hacerle un TAC por precaución, descubrieron que había «una estructura tubular llena de aire» alojada en el seno derecho de su cerebro. 

Cuando fueron a retirarlo, se percataron de que era la punta de un bolígrafo que medía 8cmx1cm.

Dientes

En 2014, la publicación especializada The New England Journal of Medicine informó sobre un bebé de cuatro meses al que habían extirpado quirúrgicamente un tumor de su cerebro.

Al abrir, los médicos descubrieron que dicho tumor tenía varios dientes completamente desarrollados. Al analizarlo vieron que se trataba de un craneofaringioma, un tipo de tumor cerebral derivado de tejido embrionario de la glándula pituitaria. Los investigadores creen que se formó a partir de las mismas sustancias que se forman los dientes, pero era la primera vez que veían algo semejante.

Larvas de rezno

En 2007, un señor llamado Aaron Dallas (Colorado), comenzó a sentir un extraño hormigueo en la parte superior de su cabeza. Además, refería que cuando ponía la palma de su mano sobre la zona, este efecto se pasaba.

Cuando los médicos procedieron a ‘evacuar’ el cuerpo extraño, se encontraron con cinco larvas de rezno que probablemente había adquirido en un viaje a Belice.

Una mosca dentro del oído

Que un cuerpo extraño entre por la oreja es mucho más común a que lo haga por los orificios nasales.

En 2014, NBC News informó de una mujer de 48 años que refería un dolor terrible en uno de sus oídos. Pero no era una otitis. Cuando los médicos la evaluaron, observaron que una larva de la mosca de la fruta estaba descansando cómodamente por debajo de su audífono.

Una gasa en el cerebro

Según narra el el Indian Journal of Psychiatry, un chico de 18 años fue operado por lesiones en un accidente de moto. Tras la intervención, mostró durante 9 meses problemas psicológicos  de conducta. Un estudio más a fondo de su caso reveló que los médicos se habían dejado dentro una gasa tras la cirugía. Una vez extraída, se acabaron todos sus problemas.

El famoso caso de la cucaracha

Según explican en The Indian Express, el doctor MN Shankar procedió a investigar dentro de su cabeza a través de varias cavidades con un endoscopio. Sí. El diagnóstico fue lo que tanto estáis temiendo: «Señora, tiene usted una cucaracha viva dentro de su cabeza». Concretamente en la base del cráneo, justo en el espacio que hay entre nuestros ojos.

El caso es, ¿cómo llegó el terrible bicho hasta ahí? Según nos explica Manuel Martín-Loeches, catedrático del Departamento de Psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid y responsable de Neurociencia Cognitiva del Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos, «más probablemente, a través de la nariz, bien en forma de larva o como un huevo que eclosionó dentro. Que haya llegado de adulto me extraña más. Puede haberse metido a través del saco lacrimal, o haberse alojado en uno de los senos paranasales, que están comunicados con la cavidad nasal».

Como podréis entender, esta situación hace correr un grave riesgo a la paciente. «Afortunadamente, esta cucaracha no llegó al cerebro, sino a cavidades próximas» explica Martín-Loeches, pero «podría ocasionar una infección severa que llegaría al cerebro. Sin tratamiento a tiempo, esto causaría una muerte muy desagradable».

También preguntamos al neurocientífico cuál sería el procedimiento adecuado para extraer la cucaracha del sitio donde se había atrincherado: «La tecnología actual permite no sólo llegar con una microsonda a muchos puntos recónditos del organismo, sino además poder ver su trayecto nítidamente con una microcámara. Una vez llegados al punto en cuestión (en este caso, al «bicho»). la sonda es capaz de realizar una absorción que atrapa al intruso y a partir de ahí sacarlo al exterior».

¿Cómo evitar que nos ocurra esto a cualquiera de nosotros? Según explica Martín-Loeches, «nuestro organismo en general está bastante bien protegido de este tipo de situaciones, es digamos que algo tremendamente extraño. No obstante, como se vé, no es imposible. Limpieza ante todo, lugares con una mínima higiene, garantizan que esto no ocurra».