Lo cierto es que a la hora de irnos a dormir, independientemente del género, todos tenemos las mismas preocupaciones. El trabajo, la hipoteca o lo poco que dura tu nómina en el banco son preocupaciones comunes de todos los normales que, a veces, nos impiden conciliar el sueño. A nivel mundial, una de cada cinco personas tiene dificultad para reunirse por las noches con Morfeo. En España, esa cifra aumenta a una de cada cuatro personas. Lo curioso, es que si nos fijamos más detenidamente en los datos, veremos que el insomnio afecta a las mujeres casi el doble que los hombres. La pregunta es: ¿Por qué?.

Según explica el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos en su página web, los expertos consideran que esto se debe a «diferencias biológicas» y a «afecciones exclusivas de las mujeres» que te explicamos en esta fotogalería.

Fuentes: 

thedebrief.co.uk | edition.cnn.com |

Las hormonas

Según explica Dianne Augelli, médica experta en sueño del Centro Weill Cornell para la Medicina del Sueño del Hospital Presbiteriano de Nueva York para CNN: «el estrógeno actúa sobre diferentes sendas de neutotransmisores que podrían tener un efecto en la regulación del sueño; además, la progesterona puede tener una propiedad hipnótica. La fluctuación de estas hormonas puede tener efectos en el ciclo circadiano».

 

Fotografía: Creative Commons (Flickr | Vladimir Pustovit)

La menstruación

Las hormonas también afectan directamente a la menstruación con varios efectos secundarios. Una mayor sensibilidad, cambios de humor, inflamación o dolor en los senos son algunos de ellos. Indirectamente, también puede afectar a la calidad del descanso.

El embarazo

Otra de las razones que plantea el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos es el embarazo. El agotamiento y la falta de un descanso cómodo son algunas de las mayores incomodidades. Esto provoca que las mujeres embarazadas padezcan insomnio o un descanso de buena calidad.

Además, hay ciertas dolencias que se manifiestan regularmente en embarazadas y que contribuyen a un detrimento del tiempo de descanso. Por ejemplo, el síndrome de las piernas inquietas, apnea obstructiva del sueño o la inflamación de las vías respiratorias. 

 

Fotografía: Creative Commons (Flickr | Beatrice Murch)

Los hijos

Según explica Drerup: «Tienen ‘oídos de mamá’: no duermen tan profundamente porque están acostumbradas a reaccionar a su hijo».

Según explica la doctora, a alguna de sus pacientes se le pasó el insomnio cuando los hijos cumplieron 18 años. «Lo interesante es que una de las pacientes con las que trabajé tuvo insomnio desde que su hija nació y cuando esta se mudó para ir a la universidad, ella volvió a dormir. Probablemente no hubo un efecto fisiológico; más bien era la preocupación psicológica de estar despierta para su hija».

 

Fotografía: Creative Commons (Flickr | nevil zaveri)

La menopausia

Según explica para CNN la doctora Dianne Augelli, experta en sueño del Centro Weill Cornell para la unidad de Medicina del Sueño del Hospital Presbiteriano de Nueva York: «los temidos bochornos y los sudores nocturnos pueden provocar que las noches sean incómodas, pero también está el detalle de que la prevalencia de la apnea obstructiva del sueño aumenta conforme las mujeres atraviesan la menopausia hasta llegar a niveles similares a los de los hombres».

El estrés

Es cierto que es un problema que sufrimos ambos sexos. Pero, según un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en la revista Molecular Psychiatry, las mujeres son más sensibles al estrés que sus compañeros varones. Una cuestión que, obviamente, afecta a la calidad del sueño.