Mejora tu memoria

Muchas investigaciones aseguran que las hormonas del estrés están relacionadas con la capacidad de aprendizaje y la retención de información. 

Cuando se mantiene en niveles razonables, el cortisol (la ‘hormona del estrés’) ayuda a enfocar la mente en una tarea y mejora la memoria a corto plazo (como empollar poco antes de un examen).

 

Te hace menos vulnerable a la gripe

Vairas investigaciones aseguran que estar estresado puede ayudar a ser menos vulnerables a enfermedades como la gripe. Al parecer, estar preocupados por algo le permite al sistema inmune saber que necesitas su ayuda para superar lo que te preocupa. 

En un estudio realizado en ratas en 2012 por el Instituto Stanford, probaron a sacar sangre a ratones estresados y, posteriormente, extraerla cuando no lo estaban. Las primeras muestras revelaban que grandes cantidades de células inmunes habían sido liberadas por las glándulas suprarrenales.

Es motivador

Un poco de estrés puede ser la zanahoria perfecta para terminar una tarea y ser más eficiente y creativo.

Según explicaba  el Dr. Kerry McGonigal de la Universidad de Stanford, «todo depende de cómo lo veas. Si crees que es algo positivo, el estrés te ayudará y se convertirá en una motivación».

Tus hijos serán más inteligentes

Un estudio de la Escuela Bloomberg de Salud Pública en 2006 encontró que el estrés materno leve podría ayudar a los niños a madurar más rápido. De los niños evaluados, aquellos cuya madre había estado más estresada durante el embarazo, mostraban mayores habilidades de desarrollo que aquellos en los que su progenitora había estado relajada.

 

Te hace más fuerte

Tanto para pequeños como para mayores, algo de estrés puede ser de gran ayuda. El «estrés positivo» que produce un nuevo trabajo, el primer día de escuela, conocer gente nueva, hablar en público… nos ayuda a no cometer errores y a no aceptar riesgos que sean perjudiciales para nosotros.

Según una encuesta de 2012 realizada por los psicólogos de la Universidad de Buffalo con 2400 personas, aquellas personas que habían pasado por más ansiedad o estrés estaban mejor adaptadas a los que no se habían enfrentado a experiencias adversas de vida.