¿Cómo llegamos a ser monos desnudos?

La razón no está clara; según algunos, cuando el homínido bípedo abandonó el bosque y se adentró en la sabana bajo un sol abrasador, tuvo que perder pelo para mantenerse fresco. Parece también que a nuestros antepasados les atraía más el Homo pelado que el peludo, y se trasmitieron mejor los genes lampiños. Quizá lo perdimos para que se nos vea más la cara y mejorar la comunicación. La teoría más reciente señala que la ropa, el fuego, vivir en cuevas, etc., permitieron a nuestros antepasados deshacerse del pelo y terminar con los parásitos y, por tanto, también con las enfermedades que estos transmiten.

¿Por qué los monstruos son velludos?

Se conocen tristes historias de personas tratadas como monstruos por padecer hipertricosis (exceso de vello corporal), como el canario Petrus Gonsales, en el siglo XVI. El mito viene desde el poema de Gilgamesh (2500 a. de C.), donde aparece el dios Endiku “cubierto de pelo como el dios de los animales”. Nuestra parte bestial nos emparenta con otros mamíferos con pelo, como los lobos y los osos, cosa que a los humanos no parece agradarnos. Por eso hay mitos como la Bestia, el Hombre Lobo,  el Yeti, Big Foot y Cheewaka. La relación entre el pelo y la naturaleza impura del ser humano es evidente según los integristas. Mohammed Atta, principal terrorista del 11-S, anotó entre las tareas de la víspera del ataque: “Afeitarse los excesos de vello corporal”, una purificación necesaria antes de la inmolación.

¿Todas las mujeres se depilan?

En el estreno de la película Notting Hill, Julia Roberts escandalizó al levantar el brazo y exhibir una gran mata de pelo. Hay culturas y épocas en las que también sucedió: las mujeres blancas de nivel social alto en Centroamérica no se depilaban, para diferenciarse de las lampiñas indígenas. La gran “purga” depilatoria empezó en 1915, cuando se desplegó la “campaña de la axila” y Gillette presentó su primera afeitadora para mujeres. A finales de la II Guerra Mundial, la mayoría de las occidentales se depilaban piernas y axilas. En un estudio de la psicóloga Susan Basow, se pensaba que las mujeres con vello eran menos inteligentes, sociables, felices y  decentes. En La mujer desnuda, Desmond Morris dice que depilarse las axilas limita las señales olfativas, para engañar en la selección sexual natural.

¿Por qué hay negros que se lo alisan y blancos que lo rizan?

En el caso de los negros, era un modo de integración en la sociedad blanca. El líder Malcolm X cuenta en su autobiografía la humillación en los años 40 de su primer conk, el proceso para desrizarse el pelo, que procedía del término “congolese”. Con huevos, patatas, jabón, gelatina de petróleo (una especie de pez) y lejía, se untaba el pelo hasta quemarse el cuero cabelludo. Después, ya hubo actores, como Sydney Poitier, y cantantes, como Little Richard, que se dejaron su pelo rizado. En los 60, a raíz de las reivindicaciones de la negritud, surgió el peinado “afro”, que mostraba con orgullo las raíces africanas; pero hoy, muchos siguen alisándose el pelo como opción estética. Por el lado blanco, las alteraciones capilares son constantes en la historia, y se han utilizado rizos y tirabuzones con diversos significados tanto estéticos como antropológicos.

¿Hay alguna razón para conservar el vello púbico?

Los motivos no están claros: una teoría dice que es una señal fiable de madurez reproductiva, ya que el desa­rrollo del vello púbico indica disposición al apareamiento. Otra afirma que dirige la atención hacia los órganos reproductivos; en particular, hacia el pene. También se ha planteado su conservación porque sirve de amortiguador de los genitales durante el acto sexual. David Stoddart, de la Universidad de Tasmania (Australia), cree que la clave está en que se localiza en zonas donde tenemos las glándulas odoríferas importantes, y puede intensificar olores y esparcirlos por el aire, para captar posibles parejas. El vello púbico se ha depilado en épocas y culturas. En la actualidad, las mujeres portan bañadores y tangas cada vez más reducidos, y suelen quitarse el vello de las ingles. Está de moda depilarse el pubis con formas diversas, como de corazón, o pintorescas (según una peluquera), como el dibujo del escudo de un club de fútbol.

¿Qué significan las rastas?

Las rastas provienen de una tradición tan antigua como la leyenda de Sansón. Por otro lado, Ras es un título de príncipe que Hailie Selasie reivindicó al proclamarse emperador de Etiopía en 1930. El Ras Tafari iba a ser el nuevo redentor nacido de la casa de David, a la que pertenecía Sansón. En Jamaica se instaló una colonia de Etiopía durante el comercio de esclavos, y en los años 60, antes de la independencia, se reivindicó esta procedencia africana. La religión rastafari prometía su liberación en Etiopía y usaba la marihuana para llegar a la conciencia. Uno de los símbolos de identidad era el pelo enmarañado, tomado de las insurrecciones Mau Mau, africanos que se rebelaron contra la ocupación británica: aparecieron vestidos de soldados rebeldes y con rastas en la prensa internacional. Después las adoptaron los músicos de reggae, como Bob Marley.

¿De verdad el pelo sigue creciendo tras la muerte?

 
No. Lo que pasa es que los diminutos músculos que provocan la “piel de gallina”, los erector pilii, se contraen con el rígor mortis. Estos músculos son he­rencia de cuando los pelos de punta indicaban miedo o ira. Al morir, los pelos se ponen de punta por la contracción de estos músculos, lo que, unido al encogimiento de la piel al descomponerse el cadáver, da la impresión de que el cabello crece. Además, la queratina, componente principal del cabello, no es soluble en agua; por eso, los cadáveres conservan el pelo y las uñas más tiempo.

¿Desde cuándo se depilan los hombres?

En los restos de Pompeya se encontró la huella de un hombre que estaba desnudándose, y su vaciado indicó que llevaba el vello púbico afeitado en forma redondeada. Los investigadores concluyeron que lo que se veía en las estatuas y estaba considerado como un convencionalismo escultórico, en realidad era una copia de la realidad: los pompeyanos se depilaban. Pero en la mayoría de las culturas, el vello en los hombres ha sido considerado un símbolo de masculinidad, y de hecho está producido por la testosterona, la hormona masculina. Si bien el cabello largo, por ejemplo en los patriarcas, está normalmente asociado al poder masculino, el antropólogo Pagel cree que en nuestro empeño por desnudarnos de vello, hombres y mujeres usamos la piel como valla publicitaria para atraer posibles parejas. “Es como decir: mira toda esta zona de mi piel que no tiene pelo; fíjate en que tampoco existen ni marcas ni manchas. Además, no tengo parásitos. Por lo tanto, aparéate conmigo.” Eso es lo que explica que tanto a los hombres como a las mujeres no les guste tener vello en la espalda, que es la superficie más grande del cuerpo a la hora de exhibir la desnudez.