El michelín no siempre es malo. En el Hospital La Paz de Madrid utilizan parte de la grasa que acumula para curar fístulas. La técnica, todavía en ensayo, consiste en extraer 100 centímetros cúbicos de grasa del paciente mediante una liposucción (en una estética, la extracción es de unos 3.000 cc).

Después se aíslan las células madre que contiene y se cultivan en el laboratorio hasta conseguir un número suficiente, unos 20 millones, que se inyectan en la fístula para inducir su cicatrización. La intervención, con anestesia local, dura 15 minutos y necesita una cantidad mínima de grasa, aunque hay pacientes coquetos que le piden al médico que, “ya que está”, quite un poco más.

Redacción QUO