La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recibido por fin el premio que le corresponde como ejemplo de que una institución internacional puede ser útil y extremadamente práctica en sus funciones.

El jurado del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional lo ha visto así, y en su fallo reconoce su «capacidad como organismo especializado de Naciones Unidas para desempeñar una función de liderazgo en los asuntos sanitarios cruciales». Cosa que no le ocurre a otros órgamos de la ONU que no logran impactar tan directamente en la mejora de la calidad de vida de tantos millones de seres humanos.

La principal razón del éxito de las actuaciones de la OMS es que ha logrado a lo largo de los años (aunque no completamente) evitar los criterios políticos a favor de los criterios científicos. Prueba de ello es que Quo y muchos otros medios lo utilizamos como fuente fiable de datos y estudios.

Redacción QUO