El llamado síndrome de fragilidad asociado a la edad es una condición que provoca una pérdida de la funcionalidad en las personas de edad avanzada. Suele estar asociada a la pérdida de masa muscular, y provoca un aumento en el número de caídas de las personas mayores, más discapacidad, e incluso un aumento en el riesgo de muerte prematura.

En dicho síndrome influyen numerosos factores, entre ellos la dieta. Y, ahora, un estudio llamado Seniors-ENRICA, coordinado por la Universidad Autónoma de Madrid, ha analizado que papel juega el consumo de azúcares añadidos en este síndrome. La investigación se realizó con casi 2.000 voluntarios de 60 años. Y los resultados revelaron que quienes consumían 36 gramos al día de azucares añadidos, desarrollaban el síndrome de fragilidad con mayor frecuencia que aquellos que consumían menos de 15 gramos diarios.

El hallazgo es especialmente importante, ya que los especialistas consideran que el síndrome de fragilidad es potencialmente evitable. e incluso parcialmente reverseible, si se toman las medidas necesarias. Por eso, según este estudio, reducir el consumo de productos que contengan azúcares añadidos, podría contribuir a mejorar la salud y la funcionaldiad de las personas mayores.

Fuente: SINC.

Vicente Fernández López